El general Abdel Fattah al-Burhan , que asumió el mando de Sudán, de forma interina, desde la salida de Omar Al-Bashir en 2019, sufrió el 30 de julio un atentado contra su vida, presuntamente atribuido a milicias conocidas como Janjaweed que se articulaban en torno a el poder de Omar Al-Bashir contra la población de Darfur en la década de 2000.
Omar Al-Bashir fue presidente de Sudán de 1989 a 2019 . Su mandato estuvo marcado por crímenes de genocidio contra los pueblos dinka y nuer del actual Sudán del Sur y contra la región de Darfur, que se saldaron con la muerte de miles de personas, en varias acusaciones aprobadas por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, en varias Misiones de Paz de las Naciones Unidas y en la propia creación de Sudán del Sur, en 2011, ante la imposibilidad de garantizar la integridad física de las principales etnias de Sudán del Sur en territorio sudanés bajo su gobierno. Durante su presidencia, se produjeron varios conflictos étnicos entre las milicias Janjaweed y grupos rebeldes como el Ejército de Liberación de Sudán (SLA) y el Movimiento por la Justicia y la Igualdad (MJI) que se involucraron en conflictos guerrilleros y contra las autoridades de la región de Darfur . Esta guerra civil provocó el desplazamiento interno de más de 2,5 millones de personas de Darfur, creando, además de la crisis humanitaria, una crisis diplomática entre Sudán, sus vecinos más cercanos y Estados Unidos por las sospechas de apoyo logístico al asilo político de Osama. Bin Laden que vivió más de 20 años en territorio sudanés antes de partir hacia Afganistán y creó Al Qaeda.
Se sospecha que el intento de asesinato de Abdel Fattah al-Burhan se produjo debido a su aceptación de Estados Unidos como mediador del alto el fuego y estabilización de Sudán con las guerrillas opuestas a su gobierno.
La reciente guerra civil de Sudán surgió de la fragmentación política del país tras la salida del poder de Omar Al-Bashir en 2019. La ausencia de un liderazgo que pueda unificar las tensiones políticas, religiosas y étnicas de Sudán es una fuente permanente de desestabilización de la región del norte de África.
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